VISIÓN “Ser un sistema educacional reconocido por su excelencia, y fundamentado en los principios bíblicos y cristianos”
MISIÓN Promover a través de la educación Adventista, el desarrollo integral del educando, para formar ciudadanos autónomos, comprometidos con el bienestar de la comunidad, de la Patria y también con Dios”
Reseña Histórica del Colegio
RESEÑA HISTÓRICA
El pasado glorioso de una institución
se refleja en los frutos que muestra en el presente. La historia del Colegio
Adventista General José de San Martín confirma plenamente esta premisa. Más de
medio siglo de inagotable servicio, muchas veces en medio de la incomprensión,
han unido en admirable epopeya a miles de personas que no solo edificaron este
colegio sino sobre todo levantaron una filosofía solida basada en fundamentos
cristianos.
Nuestro colegio fue creado
oficialmente un 24 de Abril de 1952 mediante la RM N° 3071 que autorizaba el
funcionamiento de la escuela “General José de San Martín” siendo la directora
la profesora Nidia Santillana Garaycochea. Con la finalidad de complementar el
proceso formativo y ante el urgente pedido de los egresados de primaria se
expidió la ampliación para prestar los servicios educativos, logrando que las
autoridades apoyaran esta gestión en el nivel secundario mediante RD N° 0108
del 27 de Febrero de 1981; siendo director el profesor Martín Feliciano Medina.
Los niños y pequeñitos también necesitaban un lugar donde estudiar es así que
se creó el nivel inicial el 02 de junio del 2000 mediante la RD N° 01177.
Nuestro colegio por muchos años no
tuvo un local propio y adecuado, inicialmente funciono en la planta baja de la
Iglesia Adventista de Parra (esquina Calle Salaverry y Av Parra) en el años
2004 se traslada a la calle Álvarez Thomas 524, para finalmente adquirir su
propio local en el año de 2008 ubicada en Vallecito, García Calderón 111.
Dios siempre estuvo al mando del timón
de este prestigioso colegio, haciéndose conocer en nuestra ciudad como un
colegio que profesa y practica solidos valores cristianos y una enseñanza de
calidad, donde se encamina a los alumnos en las artes, la música, las letras,
los Idiomas, el emprendedorismo, el cuidado al medio ambiente, el cuidado de la
salud, la ciencia y la tecnología en íntima relación con las nuevas tecnologías
de Informática y comunicación aplicadas a la enseñanza, lo cual nos pone a la
vanguardia de los colegios de Arequipa.
Desde 1952 hasta la fecha 2012 han
prestado sus servicios en nuestro querido colegio 26 directores, actualmente
nuestra directora es la Lic. Ruth Velásquez Calcina.
RELACIONES DE DIRECTORES DESDE 1952 AL 2012
1952-1958 : Lic. Nidia Santillana de Garaycochea
1959 : Lic. Aida Harry de Tenorio
1960 : Lic. David Gutiérrez.
1961 : Lic. José Linares.
1962 : Lic. Judith Riveros
1963 : Lic. Nelly de Román
1964 : Lic. Ruth Llerena
1965-1966 : Lic. Clemente Cortez
1067 – 1970 : Lic. Juvenal Perez
1971 : Lic. Gisela de Choque
1972 : Lic. Lilia Alatrista de Gamero
1973 : Lic. Marcia Cornejo
1974 – 1976 : Lic. Ruth Salas
1977 – 1978 : Lic. M. Avalos
1979 – 1980 : Lic. Juan Melgar Ramirez-
1981 : Lic. Martín Feliciano Melgar.
1982 – 1986 : Lic. María Tenorio de Cornejo.
1987 – 1989 : Lic. Joaquín Morón.
1990 : Lic. Samuel Lescano Marín
1991 : Lic. María Quispe Astocahuana.
1992 – 1996 : Lic. Isaías Lipa Ramírez.
1997 : Lic. Rubén Rodríguez Orellana
1998 – 2000 : Lic. María Tenorio de Cornejo
2001 – 2002 : Lic. Edith Llanos Cáceres.
2003 : Lic. Gerardo Medina
2004 – 2006 : Lic. Ruth Velásquez Calcina
2007 : Lic. Nelson Mendigure Fernández
2008- 2010 : Lic. Edgardo Mestanza
2011- actualmente: Lic. Ruth Velásquez Calcina
Historia de la Educación Adventista
Rememorar
nuestra historia pasada es un privilegio, porque la conexión con nuestro pasado
nos da valor e identidad para construir el futuro de nuestras instituciones
educativas con
una visión clara y con un trabajo diligente, manteniendo nuestra identidad que da sentido y direccionalidad a una tarea noble y magna como es la obra educativa.
Al hablar
de la obra educativa adventista en el Perú, necesariamente tenemos que hacer
alusión a las gestas acaecidas en la altipampa puneña con los pioneros peruanos
como Manuel Alca Cruz, a quien comúnmente se le conoce con el nombre de Manuel
Zúñiga Camacho, y Eduardo Forga. Así mismo, en esta remembranza, no podemos
pasar por alto a los pioneros extranjeros como los norteamericanos Fernando y
Ana Sthal, y el Argentino Pedro Kalbermater.
La obra
educativa emprendida por estos pioneros es valorada y reconocida, al margen de
sus concepciones ideol
ógicas y
religiosas, por historiadores, literatos, educadores, sociólogos, políticos,
etc; por esa razón, Camacho, Sthal y Kalbermater pueden ser considerados como
ejemplos del pionerismo educativo, movido por amor y solidaridad, para liberar
al hombre aborigen del altiplano peruano de la postración y servidumbre
deshumanizante. Para Camacho la educación era el único camino seguro para la
liberación de los pueblos oprimidos y para Sthal, la educación era el medio
para salvar vidas.
Recordar a
nuestros pioneros es rememorar las experiencias de una gesta libertaria
emprendida, en su primera fase por Man
uel Z.
Camacho, desde abril de 1902, con la apertura de una escuela clandestina de
Utawilaya. Este intento fue visto con disgusto por el clero católico-romano,
quienes obstaculizaron incesantemente. Ante esta situación, Camacho en el afán
de hacer viable su visión, solicitó ayuda, en el año 1908, a la Misión Peruana
de los Adventistas del Séptimo Día, cuyos líderes inmediatamente, en e
l mismo
año, atendieron el pedido enviando a Fernando Osorio para ayudar en la labor
emprendida por Camacho. De esta manera, 1908, marca un hito histórico en la
Educación Adventista; pues, en ese año, los líderes adventistas vieron a la
escuela como medio de culturización y evangelización. Por lo tanto, era
necesario reforzar la Escuela de Utawilaya.
Posteriormente
esta tarea es fortalecida con la llegada de Fernando y Ana Sthal en 1911, con
quienes se abrieron las brechas para la evangelización diseminando escuelas en
la zona aymara a partir de la experiencia de Platería
![Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm1_o0zyu_bdAx7vjkoFHA8g8Rj9xnN74uc1vKkWVweLGISZGa_1l5BN7_hwi3MHCi3CohyXngc11SoAFIBSXo7B5V7vOZhD0mMOQUAY4rR4Ij7DLoah3O42X_2XHg6_yz4oL4KQFh7l8g/s320/5045_370x0.jpg](file:///C:\Users\Daniel\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image002.jpg)
De esta
manera los años iniciales de la Educación Adventista en el Perú fueron
heroicos, como afirma Merling Alomía; esta tuvo que abrirse paso literalmente
en medio de sangre y fuego. La obstaculización originada, según Javier Valle
Riestra, actual Congresista de la República, en el Diario La Razón del 04 de
setiembre 2008,” por los así llamados falsamente católicos, indujo a tildar
esta labor de los adventistas de subversiva, porque creaba conciencia contra la
opresión, y llegaron a decir que si un indio se alfabetizaba debía amputársele
las manos y mandarlo al ejército.”
Tanto
Camacho, Sthal y Kalbermater pueden ser considerados como los precursores de la
liberación espiritual y social del campesino puneño. Ellos se resistieron a
creer en el determinismo; pues, las circunstancias no son limitantes para
permanecer en la ignorancia. Por esa razón podemos catalogarlos como los
prototipos de la superación, decisión, coraje y valor. Estuvieron dispuestos de
pagar el precio de lo que significa luchar por un ideal que requiere entrega y
pasión para derribar barreras y muros infranqueables.
Estos
pioneros obraron en un tiempo cuando la educación estaba vedada a las
multitudes campesinas por la mezquindad de malos peruanos. Muy a pesar de esa
realidad, la obra educativa creció, se fortaleció y resistió como el ichu ante
las inclemencias de la naturaleza. Además, la educación adventista contribuyó
al cambio decidido del hombre como un todo y hacia una tolerancia civilizada
para eliminar de la constitución política la exclusividad religiosa.
Las
escuelas adventistas son los medios donde el ser humano experimenta la
transformación integral por la obra milagrosa del poder del Espíritu Santo con
maestros comprometidos para continuar la historia, en un clima de fraternidad y
paz. Un sistema donde la filosofía, la epistemología y la teología hacen la
diferencia.
En
consecuencia, al hacer esta remembranza, en el Centenario de la Educación
Adventista en el Perú, podemos visualizar a estos pioneros como paradigmas de
valor, coraje y entrega. Creo que la mística que caracterizó a los pioneros fue
contagiosa y fructífera; por eso, aquella Escuela de Utawilaya al multiplicarse
en centenares de instituciones educativas patrocinadas por la Iglesia
Adventista, actualmente, contribuye en el desarrollo social, cultural,
económico y religioso del pueblo peruano, albergando a más de 25000 estudiantes
en sus aulas.
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